La lactancia materna y el sueño: ¿un sueño imposible?
Sentimos profundamente la frustración que muchas madres experimentan al combinar la lactancia materna con el descanso. Es común escuchar frases como: "Nunca puedo salir de casa... estoy constantemente teniendo que amamantar" o "¿Significa dar el pecho que, inevitablemente, no dormiré bien durante todo el primer año de vida de mi bebé?". En este artículo, exploraremos la relación entre la lactancia materna y el sueño, desmintiendo algunos mitos y ofreciendo información basada en evidencia para ayudarte a navegar esta etapa.
El impacto de la lactancia en la vida diaria
Es cierto que la lactancia materna, especialmente en los primeros meses, demanda mucha atención y puede afectar la vida diaria. Un estudio sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el cuidado materno-neonatal (Estudio COVID-19) evidenció cómo las restricciones de bioseguridad limitaron el apoyo familiar durante el parto y dificultaron el establecimiento de la lactancia, afectando el bienestar materno. La imposibilidad de dejar al bebé para realizar otras tareas es una realidad para muchas madres lactantes, y esto puede generar sentimientos de aislamiento y agotamiento. (Estudio COVID-19) Es importante validar estas emociones: ¡es absolutamente normal sentirse abrumada! Recuerda que estas etapas son temporales y existen recursos que pueden ayudarte. Si te sientes desbordada, considera solicitar ayuda a familiares, amigos o profesionales.
Expectativas sobre el sueño durante el primer año
La pregunta "¿Significa dar el pecho que inevitablemente no dormiré bien durante todo el primer año?" es muy frecuente y la respuesta es: No necesariamente. Si bien es cierto que los bebés lactantes suelen alimentarse con mayor frecuencia que los bebés alimentados con fórmula (Lactancia y sueño normal), la frecuencia de las tomas nocturnas disminuye gradualmente a medida que el bebé crece (Lactancia y sueño normal). Un artículo sobre cuidados tras el parto (Cuidados tras el parto) enfatiza el apoyo hospitalario para la lactancia, que puede ser crucial para el aprendizaje y la confianza materna.
La producción de leche se adapta a los patrones de sueño del bebé (KidsHealth). Dejar dormir al bebé por períodos más largos, a partir de los 3 meses aproximadamente, no perjudicará tu producción de leche (Lactancia y sueño normal), aunque es recomendable que el bebé amamante al menos una vez por la noche para mantener la producción de prolactina, la hormona encargada de la producción láctea (Lactancia y sueño normal).
Es importante comprender que el sueño infantil es un proceso de aprendizaje. La frecuencia de alimentación depende de la edad y el desarrollo del bebé. Mientras el bebé esté sano y creciendo adecuadamente, no debería ser necesario alimentarle constantemente por la noche (Lactancia y sueño normal).
Lactancia, prolactina y sueño materno
Existe un beneficio poco conocido: La prolactina, la hormona responsable de la producción de leche materna, también tiene un efecto relajante y promueve el sueño en la madre (Lactancia y descanso). El contacto físico durante la lactancia, y la liberación de oxitocina, contribuyen al bienestar materno y a la conciliación del sueño (Lactancia y descanso). Amamantar a menudo, especialmente en los primeros meses, es completamente normal para los recién nacidos, y la lactancia permite momentos de descanso conjunto, compartiendo un espacio tranquilo y relajante, incluso durante las noches (Lactancia y descanso).
Consejos prácticos
- Compartir habitación, no compartir cama: Como recomiendan los expertos de KidsHealth, dormir en la misma habitación que tu bebé durante los primeros 6 meses, especialmente si es amamantado, aumenta la seguridad y facilita la lactancia nocturna, pero manteniendo una cama separada para el adulto.
- Gestionar las tomas nocturnas: Intenta crear una rutina tranquila antes de dormir para facilitar un mejor descanso tanto para ti como para tu bebé.
- Acepta ayuda: No tengas miedo de pedir ayuda a tu pareja, familia o amigos. El apoyo social es fundamental en esta etapa.
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Recuerda...
La lactancia materna no tiene por qué ser sinónimo de privación del sueño prolongada. Aunque las primeras semanas pueden ser demandantes, la frecuencia de las tomas nocturnas disminuye con el tiempo. La prolactina ayuda a dormir y la lactancia ofrece momentos de descanso conjunto. Recuerda validar tus emociones, aceptar la ayuda ofrecida y buscar apoyo profesional si lo necesitas. ¡No estás sola en esto! Para una evaluación personalizada de tu situación, te invitamos a programar una valoración gratuita en vialacteasuenoylactancia.com.
