Alcohol y lactancia: guía para madres

Alcohol y lactancia: guía para madres

Alcohol y lactancia: guía para madres

Ser madre es una experiencia maravillosa, llena de alegrías y, a veces, también de dudas. Una de las preguntas más frecuentes entre las madres lactantes es sobre el consumo de alcohol y su impacto en el bebé. Entendemos que quieras disfrutar de un momento de relax con una copa de vino o una cerveza, y es importante que tengas información precisa y basada en evidencia para tomar decisiones informadas. En este artículo, abordaremos la seguridad del consumo moderado de alcohol durante la lactancia y la eficacia del método "sacar y tirar" (pump and dump).

¿Puedo tomar alcohol si estoy dando el pecho?

La verdad es que existe cierta controversia al respecto. No hay una respuesta única y sencilla, pero sí hay evidencia científica que nos ayuda a entender mejor la situación. Según información recopilada en diferentes fuentes (Mustela), el alcohol pasa rápidamente a la leche materna, alcanzando su concentración máxima entre 30 y 60 minutos después de la ingesta. La disminución en sangre (y por lo tanto en la leche) también es rápida.

Un consumo moderado de alcohol se define, según Mustela, como la ingesta inferior a 0,5 gramos de alcohol por cada kilo de peso por día. Si bien la recomendación principal es evitar el alcohol, las investigaciones parecen indicar que los efectos del consumo moderado son pequeños y no están bien demostrados. Es decir, tomar una bebida ocasionalmente, con moderación, parece tener un menor impacto que interrumpir la lactancia materna. Sin embargo, es fundamental recordar que cada bebé es único y puede reaccionar de manera diferente.

Por otro lado, la Liga La Leche Internacional (La Leche League International) señala que no se han reportado efectos nocivos para los bebés cuando las madres que amamantan no beben más de una bebida al día. Sin embargo, amamantar inmediatamente después de consumir alcohol puede disminuir la ingesta de leche del bebé y causar irritabilidad y problemas del sueño. De hecho, se ha observado una disminución en la ingesta de leche entre un 20% y un 231% tras consumir incluso sólo uno o dos tragos (La Leche League International).

¿Sirve el método "sacar y tirar" (pump and dump)?

La respuesta corta es no. Según la información proporcionada por La Leche League International, sacar y tirar la leche no elimina el alcohol del torrente sanguíneo ni de la leche materna. Mientras haya alcohol en tu sangre, habrá alcohol en tu leche. Por lo tanto, esta práctica no es una solución efectiva para reducir la cantidad de alcohol que llega al bebé.

Recomendaciones para minimizar los riesgos

Si decides consumir alcohol de forma ocasional y moderada:

  • Espera al menos dos horas después de beber antes de amamantar: Esto permitirá que la concentración de alcohol en tu leche disminuya significativamente.
  • Utiliza leche extraída previamente: Si tu bebé necesita alimentarse antes de que transcurran dos horas, dale leche que hayas extraído antes de consumir alcohol.
  • Observa a tu bebé: Presta atención a cualquier cambio en su comportamiento, como irritabilidad, sueño irregular o disminución en la ingesta de leche. Si observas algo inusual, consulta a tu médico o asesor de lactancia.

Recuerda:

La decisión de consumir alcohol durante la lactancia es personal y debe basarse en la información disponible y tus propias circunstancias. Prioriza siempre la salud y el bienestar de tu bebé. Un consumo moderado y ocasional puede ser viable para algunas madres, pero siempre es importante escuchar a tu cuerpo y al de tu bebé. Si tienes dudas o necesitas apoyo, te invitamos a realizar una valoración gratuita en vialacteasuenoylactancia.com para recibir asesoramiento personalizado y basado en evidencia. ¡Estamos aquí para ayudarte!